sábado, 24 de noviembre de 2018

63.- Espigas (1931)


Encontré este librito parecido a los pequeños misales en el desván de mi memoria, recordé entonces cuando las mujeres llevaban a misa su misal, especialmente las más mayores. Ataviadas las de alguna edad de riguroso negro como luto de algún familiar fallecido, con su velo sobre la cabeza y con el misal en la mano se dirigían el domingo por la mañana a misa, allí en la iglesia algunas de ellas ya tenían su propio reclinatorio o silla para seguir el oficio. Las mujeres a un lado , los hombres a otro.

Son imágenes que se me vienen a la memoria desde ese desván de aquellas mañanas de domingo que continuaban con las visitas a las casas de los abuelos, las abuelas cuando consideraban que ya habías estado suficiente rato echaban mano de su pañuelo y desanudándolo cogían una peseta, más tarde llegaría hasta el duro, y te la daban, a los pocos minutos les decías que tenías que irte y te marchabas, bien a la casa de la otra abuela o a gastarte el dinero que te acababa de dar. 

A veces también mi abuela Carmen había comprado garbanzos tostados para que te los comieras (chuchería de mi infancia) y que algunos vendedores iban pregonando por la calle con su cesta de mimbre cargada en uno de sus brazos. El vendedor tenía una medida de madera para suministrar la cantidad fijada, mi abuela no le pagaba en dinero sino en especie: le daba la medida con colmo de garbanzos crudos de su casa y el vendedor se lo devolvía con la medida rasa de garbanzos tostados, esa diferencia era su beneficio.

Pero volvamos a este librito religioso, no son oraciones propiamente dichas sino reflexiones  o frases sobre distintos episodios de los evangelios y la vida de Jesús, pero lo que más me llamó la atención y eso es lo que fundamentalmente os traigo hoy desde el desván de mi memoria son los dibujos y fotografías, los dibujos sobre episodios de los evangelios y las fotografías de lugares de esos episodios en su estado en los años 30 del siglo XX que es cuando se hace este libro.

Espero que os guste, al final de las fotos pongo una mía de cuando tenía la edad de ir a que mis abuelas me diesen la peseta dominical, que pena no haber hablado más con ellas pensando que siempre estarían ahí, un recuerdo muy especial me trae este desván de mi memoria de mis abuelas mama Carmen y mama Guzmán.

También pongo la foto de cuando me re-bauticé en el río Jordán, cerca de donde Juan el Bautista bautizó a Jesús.






































































































Con 11 años:


En el río Jordán en 1996: